Visión y Luz en la Astrología
Jul 29, 2019Hace unos meses salió una peli en Netflix que dio mucho que hablar, Bird Box con Sandra Bullock basada en un libro con el mismo nombre, ¿Recuerdan? Pues la cosa es que en la peli el mundo es invadido por “algo” – nunca lo muestran – que te enloquece si lo ves y hace que te suicides o que empieces a forzar a otros a mirar y luego hacerse daño. Esa idea de hacer daño con la visión no es nueva, recordemos a Medusa de los griegos o el pasaje bíblico en el que si miras para atrás te conviertes en estatua de sal.
Antes de las teorías ópticas modernas, los griegos tenían dos ideas que competían en cuanto a cómo funciona la visión. La primera se llamaba “teoría de la intramisión” y plantea que el ojo humano absorbe luz de su entorno formando imágenes de ese modo. La segunda se llamaba “Teoría de la Extramisión” y plantea que el ojo también envía rayos que chocan con los objetos y los hace visibles, como una especie de pequeños flashes. En mi opinión no es que esta teoría sea incorrecta, es que se refiere a otro tipo de energía que la ciencia moderna no toma en cuenta.
Pero sigamos, la Óptica era una ciencia hermana de la Geometría y jugó un papel importante en la formación del conocimiento astrológico, es probable que conozcas la teoría óptica en la astrología con el nombre de “ASPECTOS” aunque no la reconozcas de ese modo. La idea es que los aspectos – ángulos – se forman porque los planetas se pueden “ver” entre sí a través de relaciones geométricas específicas. Los planetas son esencialmente “ojos” celestes que emiten rayos (segunda teoría de los griegos) de luz celeste y eso les permite “ver”, así cuando otro planeta se pone al alcance de su vista, se establece una relación entre ambos y los afecta de algún modo. Por ejemplo los Trígonos y los Sextiles son como mirar a alguien con amor y amistad, con ganas de ayudar y con buena voluntad, mientras que las Cuadraturas y Oposiciones son más como miradas “rayadas” de disgusto que te fulminan, o que miden al oponente.
Clásicamente la Astrología funciona en principio como el efecto de rayos estelares que portan luz celeste, una luz poderosa y divina que puede causar o reflejar cambios en el mundo material. La “Luz” misma se asocia frecuentemente con la divinidad o el espíritu en los mundos celestiales, así como el fuego es un elemento espiritual por naturaleza ya que emite luz.
Entonces la idea de dañar a otros a través de los ojos no es nueva como ya vimos, está Medusa pero también está el “neutralizador” que usan en Men in Black (Hombres de Negro) y funciona del mismo modo. Habrás escuchado también la frase: “los ojos son la ventana del alma” y en ningún lado es esto más cierto que en la teoría óptica de los griegos. Tal como con los planetas, los rayos que permiten la visión son espirituales en cierto modo y nuestro espíritu se mezcla un poco con esos rayos. Aquí en Latinoamérica tenemos el famoso “mal de ojo” contra el cual protegemos a nuestros bebés con algo de oro (elemento del Sol) o pulseritas de coral y azabache. De modo que la línea de pensamiento es la misma, pasando de los griegos a Netflix o nuestras sabias abuelas: los ojos son las ventanas por donde el alma asoma y por donde el alma recibe.
De ahí que sea tan recomendable salir a la naturaleza y mirar las estrellas, mirar directamente a los planetas como Venus por ejemplo en sus distintas fases, o Júpiter que ahora mismo se está viendo enorme al atardecer. Establecer contacto con su Luz y permitir que te enseñen, de forma directa, lo que tengan que enseñarte es algo invaluable.